Hasta para un gran optimista como yo resulta imposible cerrar los ojos, y no darse cuenta del pobre desempeño que por los últimos 5 años ha tenido República Dominicana en categorías menores.
El 2016 fue el último año en que nuestro país obtuvo resultados buenos en categorías menores a nivel de Norceca, y Panamericano.En ese año logramos los títulos de Norceca, tanto en categoría Sub18, como en categoría Sub20, derrotando en ambas oportunidades a selecciones de Estados Unidos.
Pero desde aquel entonces hasta ahora, el deterioro ha sido constante, y preocupante.Algunos prefieren cerrar los ojos, y hasta ven con malos ojos, a quienes señalamos estas cosas. Porque no se puede criticar lo que se hace en el Proyecto, so pena de caer en desgracia con quienes lo dirigen.
Pero para nosotros, si ese es el precio que hay que pagar, lo asumimos con mucho gusto. Pero no vamos a desistir en nuestra lucha porque las cosas se hagan mejor.
Si me piden que haga una evaluación de los resultados que hemos logrados desde el 2017 hasta el día de hoy en categoría menores, solo podría concluir en que han sido catastróficos, para el standard que había mantenido nuestro voleibol en esas categorías.
El desarrollo de talento se ha visto mermado en forma significativa. Y resulta preocupante el ver que seguimos haciendo lo mismo que no produce buenos resultados, esperando que las cosas cambien, sin hacer mucho para lograrlo.
Hemos sido abanderados de que se haga una reingeniería del Proyecto, para que todo el que participe en el mismo, se haga coresponsable de lograr las mejoras necesarias, para que las cosas cambien en el mismo.
Pero aparentemente, quienes dirigen el Proyecto piensan que todo está bien, y que haciendo lo mismo que hicimos en el pasado, volveremos a obtener los logros que una vez obtuvimos.
Yo sigo pensando que el panorama no es el que debería ser, y si no ponemos atención a lo que ha pasado en los últimos 5 años, las consecuencias podrían resultados irreversibles para nuestro voleibol.Yo espero estar equivocado, para el bien de nuestro voleibol.
Tenemos mucho talento en el voleibol. El problema no son los atletas. Pero la formación de los mismos deja mucho que desear.
Al que le sirva el sombrero, que se lo ponga.